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Modo de cargar la caballería con armas de fuego


Caballería cargando pistola y espada en mano
En Bernardino de Mendoza (que era capitán de lanzas y nada favorable al uso de pistolas), 1594:


Pueden hacer los pistoletes a las primeras cargas, llevando el uno en la mano derecha y la espada desnuda, colgada de la guarnición del pulgar la mano izquierda que gobierna la rienda, para aprovecharse de ella disparando el primer pistolete y puesto en la funda, si no es bien tirar el otro, que es en la forma que los de este parecer quieren que pelee la caballería y vaya armada a prueba, con lo cual afirman que vienen a mezclarse seguramente con el enemigo y hacerle mayor daño llevando en la mano las espadas.

En la ilustración, una escaramuza entre dos caballos pistola en mano [el nombre de caballo era equivalente al del soldado que lo montaba]

Guarnición: el hierro que alrededor de la empuñadura de la espada protege la mano.
Armada a prueba: a prueba de balas [bien de arcabuz o mosquete depende del peso y dinero que estuviera uno dispuesto a cargar]


En Lelio Brancaccio, 1610

[una tropa] llevada por un capitán puesto en la frente, y por un lugarteniente puesto en la cola, a pequeño paso, o poco trote, con la pistola y la espada en la mano, cerrando con la otra tropa de los enemigos
(…)

En el primer caso tenemos la referencia más detallada, pero en ambos, refiere la carga con la espada y la pistola en cada mano.

Cito a Bernardino de Mendoza nuevamente, el cual era capitán de lanzas

(…) El pistolete no se puede tirar rostro a rostro, sino es hiriendo al propio caballo, y por detrás dispararle es la puntería acaso, de suerte que para hacer alguna necesariamente se ha de tirar por el lado derecho o el izquierdo, con lo cual, indubitadamente, se da el costado al enemigo, que no es poca ventaja
Sinceramente, no acabo de entender lo que dice de herir al propio caballo, salvo que no sea que la pólvora o los gases que salen de la pistola le quemen las orejas, o que con el movimiento del trote se corra mayor riesgo de errar el tiro.


CONSIDERACIONES DEL DICHO BERNARDINO DE MENDOZA, 1594
"Teoría y práctica de Guerra".

1. El autor afirma que un escuadrón de lanzas de cien o ciento veinte caballos puede romper uno de herreruelos de cuatrocientos o quinientos, “chocando con prisa” contra ellos, “que es lo que más desbarata los herreruelos”. Asume que al choque – al menos contra caballería armada con pistolas – es superior

2. Recomienda que se sitúe una manga de herreruelos al lado izquierdo de la corneta de lanzas que ha de cargar: “la cual ha de cerrar poco antes de las lanzas (…) y le hagan los pistoletes, dando su rociada como lo acostumbran al cargar, en forma de media luna”. O sea, ejecutando la famosa caracola, aquí rebautizada.

3. Dar las cargas las lanzas “con la arcabucería a caballo que ofende de más lejos que el pistolete, y al venir al chocar hiere con más certeza que él, siguiendo después la furia del caballo que atropella”. Asume en estos puntos que resulta conveniente aunar la potencia de fuego con la fuerza del impacto de la carga: llevar primero la arcabucería para que descargaran sus armas contra el oponente y luego darles carga con las lanzas que le siguen.

4. Afirma que aunque puede la lanza romperse en el primer encuentro – al primer choque – es normal que se pueda realizar un segundo, y que aún rota ésta – imagino que perdida la punta metálica – no es peor “el del trozo postrero o troncón, pues de su encuentro se saca un hombre de la silla”.

5. Comenta también, que de ordinario lleva el caballo ligero – de lanzas – un pistolete “que traen ya los más al arzón delantero”. Evidentemente, sólo llevarían una pistola en la parte izquierda del arzón, pues la cuja para sostener la lanza ocuparía el derecho. Al llevar pistolas pueden hacer el papel de herreruelos una vez la lanza está rota.


CONSIDERACIONES DE MARTÍN DE EGUILUZ alférez de infantería, 1592.
“Discurso y Regla Militar".

Elogia la caballería ligera, o jineta de España. Habla de su movilidad (“pica donde quiere”) y de su velocidad (“porque si la demás caballería la sigue para alcanzarla, es como ir el mastín tras el galgo”). Pero me parece confiar demasiado en sus posibilidades: “hiere mejor huyendo, porque tira de la lanza para atrás, y mata el caballo que le sigue”.

Parece que una carga de lanceros – dado el potencial de las armas de fuego de la época, y hablando de trabar combate entre caballería y caballería – es muy efectiva. Evidentemente, no todo es batallar y cargar, entrenar un lancero es costoso en tiempo de entrenamiento, para jinete y caballo (¿cuántos años se requieren para la proeza detallada por Eguiluz de matar al caballo que nos sigue?), y la caballería había quedado relegada a segundo plano por el castillo que forma un cuadro de picas y arcabuces.

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Organización de la caballería

En "Cargos y preceptos militares..." de Lelio Brancaccio, publicado primeramente en 1610 se establecen los siguientes cargos para la caballería:

Capitán General de la Caballería: Primero al mando en la caballería y segundo en el ejército.

Lugarteniente General de la Caballería: del cual dice que tiene el mando de una compañía, que en marcha toma la retaguardia mientras el capitán general manda la avanguardia, y que en campaña toma el gobierno de uno de los cuernos o alas, mientras que el capitán toma el otro.

Comisario General de la Caballería: tercero al mando. Suele tener el mando de una compañía, pone las guardias y cuando las tropas se dividen, tiene alguna a su cargo.

Luego salta a capitán, teniente o lugarteniente y alférez. Pero no hay cargo intermedio como coronel. No hay una organización intermedia entre la compañía y el total de la caballería.

Parece que hasta 1635 no se organizó la caballería en trozos [en 1649 denominados como la infantería Tercios] y por tanto no hubo hasta entonces unidad intermedia entre la compañía y el total del arma de caballería, como si hubo en otros países regimientos gobernados por sus coroneles.
Mi juicio acerca de esto, es que dado el relativamente escaso número de caballos con que se contaba, no se consideraba necesaria esta división.

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Caballos ligeros [o celadas] jinetes y hombres de armas [y II]

[y II] porque el primero sería:
http://ejercitodeflandes.blogspot.com/2008/11/celada-o-jineta-lanza-en-ristre-lanza.html
de lectura recomendable, aunque revisado por esta entrada, si bien ya no sé si aporta o despista.




Sobre el empleo de la lanza por parte de la caballería ligera y pesada.




Lanza Gineta.
"La más perfecta para la gineta ha de ser de hasta diez y ocho, ó diez y nueve palmos, no muy gruesa ni delgada, sino de buena forma y tamaño, más tiesa que blanda, de dos costras enteras, el hierro de buen talle y el cuento redondo y bien guarnecido" Suárez Peralta.

El cuento, contera o regatón es la pieza metálica que guarnece el extremo inferior de la lanza. También se decía de ella "redonda o ochavada, para que se pegue más al guante", en relación con la sección de la misma, circular u octogonal.
La costra ¿podía ser cada una de las dos mitades en que estaba dividida la lanza, la única manera de que fuera hueca, a la manera de las lanzas de armas? Hablaríamos entonces de lanzas gruesas, y no lo parece.

En la "Relacion del artillería, armas y municiones que se tienen de respecto para el armada y ejército de S. M., á 14 de febrero de 1580" se da el número siguiente de lanzas: "Cuatro mil y quinientas y veinte y cinco lanzas jinetas"
Para unos 1000 hombres de armas [contando 100 continos de los Luna y 200 cuantiosos] y unos 150 jinetes y 200 caballos ligeros, pues el resto de la caballería hasta 2107 [unos 750] eran arcabuceros a caballo, con lo que toca a más de 3 lanzas por cabeza, amén - entiendo yo - las que debían llevar de ordinario en razón de su función habitual.
¿Entonces servían los hombres de armas y los caballos ligeros con lanzas jinetas o simplemente se llevaban más de la cuenta, porque se esperaba más caballería, o porque cada jinete debía romper más de treinta lanzas?


Lanza de Armas [caballería pesada]
"La longitud era de 14 ó 15 pies. Se consideraba dividida en cinco partes: 1. Empuñadura. llamada también mano de la lanza. 2. El pie, por detrás de la empuñadura y más grueso, pasaba por bajo del brazo cuando se llevaba apoyada en un sostén ó portalanza fijo en la coraza. 3 .Las alas que son el grueso de madera que tenían por delante de la empuñadura para defender la mano; en algunas hacían el mismo servicio dos planchas dispuestas en forma de alas 4. La flecha, que es la parte de asta que va disminuyendo de grueso desde las alas hasta la punta, y 5. El hierro llamado ahora moharra".

En algún lado aparece el término "manija" para la empuñadura.

Para el asta - como en las picas - se recomienda la madera de fresno, supongo que la que ofrecía una mejor calidad peso - resistencia, frente a maderas más pesadas, aunque más resistentes, y otras más ligeras, pero más endebles.

Las puntas tenían formas muy variables, aunque en algún caso, similares: hoja de olivo, hoja de laurel, punta de corazón, hoja de espino, aunque también de cuatro filos, o de punta de diamante.

A veces se refiere el término lanza rota: una hendidura en el asta próxima a la punta facilitaba la rotura de la misma al choque por esta parte, con lo cual quedaba una lanza rota [el troncón] de dimensiones aprovechables para un segundo encuentro, produciéndose la rotura por la parte prevista y no por un punto más central del asta. Esta industria, eso sí, restaba potencia de choque.

Respecto a la longitud, no parece que las lanzas [sean de caballos ligeros o hombres de armas] varien demasiado, aunque Sandoval, en su historia de Carlos V, relata [quizás exagerando] lo siguiente:
"Quiso un turco entrar en la goleta, yendo en un caballo rucio grande y hermoso, en su mano una hazcona y una lanza de cincuenta palmos (que de este largo las hay y de ordinario de cuarenta y cinco)"

A palmo castellano de 20,8 cm, tenemos una lanza de ¡10,40 metros! Parece que lo ordinario era una medida de cerca de 4 metros para la lanza gineta o de 4,5 para la lanza de armas, pero hay referencias de lanzas de poco menos de 3 metros, pues también aparece la Media Lanza en una tassa general publicada en Sevilla en 1627:
"Vn asta de lanqa de Vizcaya de las largas de quatro varas cinco reales [...] Y las medias lanças de tres varas, poco mas ó menos, tres reales cada vna».

Las varas, como todas las unidades de medida de esta época, eran variables, pero tomaremos los 84 cm que de la wikipedia para la vara castellana.
Así, una lanza sería de 3.36m y una media lanza [que no medía la mitad] 2.52 metros. Evidentemente, una lanza de cortas dimensiones sería más manejable aún sin ristre.


2. Lanza en ristre; lanza en cuja.
"Todas estas catorze copañías se ha de enteder q lleuauan todos sus vanderas rojas, et muchas plumas, y todos lanças de manos y de ristre".
Relación... de como cerca de Badajoz se formó el campo de su magestad, 1580.

"cada una parte de la caballería es muy buena [...] para romper a los enemigos, así caballería como infantería, la ligera de ristre; para escoltas, trabar escaramuza, y otros servicios, el arcabucería; para presta, y por donde quiera la jineta; para fortificación de una necesidad la de los hombres de armas, que es la de lanzas gruesas". Eguiluz. Milicia, discurso y regla militar.

Y otra más de Eguiluz:
"La caballería de ristre a la ligera es importantísima, porque es fuerte y asegura el ejército, y hace mucha guerra al enemigo; la jineta de España para campear es perfecta, que es presta como el pensamiento, y revuelve por do quiere, y pica por todas partes [...] y ninguna otra caballería les dañará si no los cogiesen encerrados; pero en campaña ella hace lo que quiere, porque si la demás caballería la sigue para alcanzarla, es como ir el mastín tras el galgo; y también si quiere esperar la carga de la caballería ligera, hiere mejor huyendo, porque tira de la lanza para atrás, y mata el caballo que le sigue [...]"

¿Como había de manejarse una lanza con tanta ligereza, si no era una lanza ligera, o lanza de brazo?

Por las referencias que voy sumando, parece que la lanza en la caballería ligera se empleaba con ristre, y puede que sea una de las maneras para diferenciar los tipos de caballería ligera: jinetes y caballos ligeros o celadas [esta segunda denominación quedará aclarada más adelante].

El ristre era una pieza saliente colocada en el lado derecho del peto, entre la axila y la tetilla, y por debajo de estas en la cual descansaba la lanza, quedando "engarzada" con la pieza denominada gocete. Gracias a este gocete [rodete de cuero o hierro que se clavaba en la manija de la lanza, según DRAE] la lanza no se desplazaba cuando se producía el choque:



Aquí una descripción de una lanza para ristre:
"Eran diseñadas para hacerse añicos en el choque, y a ese efecto estaban parcialmente vacías en el interior, y estriadas en el exterior. La franja o banda de cuero clavada alrededor del extremo tras la empuñadura [waisted grup] estaba diseñada para chocar contra el ristre [lance-rest] para prevenir que el arma se deslizara hacia la axila" Tudor Knight, Osprey Publishing.

y una segunda aclaración del ristre:
"Nótese el ristre: para prevenir el deslizamiento [slipping] tras el impacto, el anillo en el extremo [butt] estaba trabado contra este ristre". German medieval armies 1300-1500, Osprey Publishing.

Y otra más:
"El gócete de la lanza se ponía en contacto con el ristre á fin de que al hacer encuentro, no fuese la lanza hacia atrás", del "Glosario de voces de armería"

Entiendo que este engarce no era tal que hiciera un bloque del conjunto hombre - lanza, si no, como aclara el libro inglés, algo destinado a evitar movimientos derivados del choque que podían provocar daños a quien portara el arma.

Pero si por el contrario, la transmisión de la potencia del choque desde la lanza a quien la manejaba era demasiado efectiva, en el caso de silla jineta, de arzón bajo y estribo corto, donde el caballero quedaba "mal asentado" ¿no resultaría derribado de la silla por tamaño impacto? Esto es lo que me lleva a pensar [junto a las referencias empleadas en la anterior entrada] que antes que lanza de ristre, era la lanza de brazo el arma del jinete.

La cuja era una bolsa [en otras partes se refiere "apoyo"] normalmente de cuero, asida a la parte derecha de la silla, que permitía situando en ella el cuento de la lanza, descansarla para la marcha, aunque debiera asirla con la mano para mantenerla en posición erguida.

"Y como sabrá si un caballo ligero está bien o mal encabalgado [...] si toma bien la lanza, y la tiene puesta en su cuja, que es encima del muslo derecho, y si la saca bien para enristrar, y si la enristra bien, y la torna a meter después con buena gracia, y la pone en su cuja; y si es harto larga, o corta de medida; y si en sus armas ha de llevar dobladura de peto volante, y silla armada [...] y si la celada tiene buena visera" Discurso y regla militar, Martín de Eguiluz.

¿La diferencia entre caballo ligero y hombre de armas entonces? Parece que la silla sería similar: de estribo largo y arzón alto, así como con borrena [para protección de los muslos] . La lanza también: para ristre, quizás algo más ligera que la del hombre de armas.



En la imagen, unos caballos ligeros o celadas: lanza de ristre y armadura [la que se puede ver protegiendo toda la parte superior del cuerpo] y sin embargo, los caballos [de los cuales se puede apreciar que carecen de testeras] no van armados, de lo que se deduce que son caballos ligeros y no hombres de armas.

Las diferencias las encontraríamos en la protección del soldado [y las piernas armadas hasta zapatos de hierro] y del caballo [cubiertos de hierro, o de ante doble, las ancas, pechos, cuellos y testeras (...) así armados los caballos se llaman bardados, y las cubieras bardas Eguiluz] y por lo tanto, en la ligereza del conjunto y en el tamaño de la montura, pues podían emplearse, a menos peso, caballos de menor tamaño, aunque esto supondría menor potencia de choque a la carga, pero mayor agilidad. También los hombres de armas, aunque no todos, acudían con corcel [caballo principal] y dobladura [caballo de sustitución] mientras que el caballo ligero se dotaba con una única montura.



La lanza, por tanto, debía ser extraída de la cuja para llevarla al ristre, movimiento que debía practicarse. Parece ya claro entonces que el caballo ligero usaba lanza de ristre, protegía la cabeza con una celada, y llevaba silla armada [o a la brida] diferente de la silla a la jineta.

El irónico Eugenio de Salazar, en su descripción de la milicia de Tenerife en 1568, en una de sus procaces cartas, realizaba la siguiente descripción:
"Caballos ligeros no se usan en esta guerra, porque se congojan debajo de una celada engolada o borgoñona; ni saben llevar la lanza en cuja, que parece lanza coja; ni ponerla en ristre, que parece que ponen una ristra de ajos"

y continúa, esta vez en relación con la silla:
"Ni aún se atreven a cabalgar a la brida, aunque los aceros de las sillas les lleguen a las barbas y colodrillos, y las borrenas les ciñan los muslos, y se les cierren como llaves, porque dicen y muy bien, que de que sirve llegar el arzón delantero a la barba, si el hombre de armas no es de barba, ni el arzón trasero al cerebro, si el cerebro está vacío, y que de que efecto serán las borrenas, si los muslos que han de ceñir son de borra".

La borrena era una pieza que a modo de saliente de la silla en sus partes laterales [protegían y [parece que] sujetaban los muslos, como los arzones [elevaciones en la parte anterior y posterior de la silla] protegían y sujetaban al caballero a la silla y montura. La borra con la que hace chanza es la fibra lanar.

En su "Milicia y descripción de las Indias", don Bernardo de Vargas Machuca refiere de la caballería:
"Usarán de sillas ginetas y no se consienta silla brida, porque con menos riesgo se vadea un río á la gineta y son más prestos al ensillar y se hacen hombres de á caballo".
Evidentemente, ningún soldado de a caballo iba a saltar despedido de su silla tras un encuentro con un indio, que lo más probable es que fuera con montura sin ensillar, y aún descabalgado [hablamos de las fronteras americanas en 1599]

También, a tenor de una previsión de doce caballos que se han dejar en el campamento para la guardia, escribía:
"los cuales estén ensillados á la gineta, sin petral ni grupero, y el freno colgado al arzón y las espuelas sean de pico de gorrión y estén atadas en el estribo del pié de cabalgar, para que no se olviden ni pierdan. Cuando salga el soldado armado, á tomar el caballo, sea también armado con sus armas, la lanza tenga hincada en el suelo cerca del caballo, para que en subiendo la pueda coger".

El petral es la cincha que ciñe la silla al pecho del caballo, y la grupera, la almohadilla que atada a la silla, sirve para colocar la carga que se ha de llevar sobre la grupa del animal. Evidentemente, por lo dicho del apercibimiento de espuelas y lanza, parece a propósito de una urgencia, y no el común del equipamiento y forma de gobernarse. De todas maneras, se insiste en la silla a la gineta.

Mas el propio Machuca, repasando la historia militar española, refiere el uso de distintos elementos para hombres de armas y jinetes:
"los hombres de armas, arneses y lanzas de enristre; los ginetes, lanza y adarga"


En sus "Diálogos de de la vida del soldado Diego Núñez Alva, escribía el autor en 1552:
"Celadas llamamos á los cauallos ligeros, tomase la parte por el todo, y por la misma razón también se llaman cauallos".

Se refería a que la denominación era incorrecta por tomar la parte [la pieza de la armadura] para designar al conjunto, como se tomaba la parte [la montura] para designar al conjunto. En todo caso queda claro que la denominación de celada se empleaba para designar al conjunto de la caballería ligera, separadamente de la caballería a la jineta.


3. De adargas
Desconozco en que momento se renuncia a la adarga [escudo de cuero de forma ovalada, sin armazón] que había de ser llevado en el brazo izquierdo, la mano del cual gobernaba las riendas. A principios del XVI, desde luego, todavía se empleaba; parece que a mitad de siglo es desterrada, por que se prefirió movilidad a la protección que pudiera ofrecer defensa tan ligera:
"el peso de la espada sobre el muslo, la adarga sobre el brazo izquierdo, la rienda en la mano zurda, la lanza en la derecha; ¿cuál diablo se ha de menear y revolver en la silla, ni jugar la lanza y adarga? Si la lanza del moro viene por detrás bimbrando el hierro como lengua de culebra, perdone la señora espalda del jinete, que la adarga ni sabe ni puede cubrir el cuarto trasero: pues si viene el golpe sobre el lado de la lanza, allí es el sudar y temblar y perlesía de todo el lado derecho, porque cualquiera de estas adargas es de mérito, y parece de encaje, como tablachina de húngaro, que no hay menearla de sobre el lado siniestro, porque así se lo manda el corazón, que esté delante de él y le ampare, y todo lo demás del cuerpo se valga por sí".
Así describía la "efectividad" de dicha adarga Eugenio de Salazar.

Efectivamente, la adarga era en esta segunda mitad del XVI más propia para el paseo y la exhibición que para el combate:
"El dia de ayer fué tan bueno como yo le he visto jamás, porque lodo fué lanza y adarga y espada fina" carta del secretario Arceo en Belem a agosto de 1580.


bimbrando: cimbreando. La actual forma es deformación de la primera.
tablachina: Escudo de madera.

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La caballería del virreinato de Sicilia [1614]

La instrucción que sigue, es del duque de Osuna, virrey de Sicilia: También he ordenado que los caballos no traigan sillas de armas; pues ni en la guerra se usan ni sirven de más que de matar el caballo en cuatro dias, y que todos los dichos del servicio militar y de la milicia del reino vayan armados con solo peto y espaldar lijero, y un morrión de la misma manera, y un arcabuz de rueda y pistola de tres palmos, podiendo servir con esto á caballo, y de infante si conviniere, apeándose: que como no se ha de pelear en este reino con caballería enemiga, son las que bastan. O sea, establece una caballería ligera compuesta por arcabuceros a caballo, que amén del arcabuz, llevaran una pistola larga de caballería. Pero advierte que no ha de emplearse con caballería enemiga, así que parece que su juicio sea el de establecer una caballería de mínimos, para el control del país, o para luchar contra algún desembarco de los turcos. Pero más adelante, establece Con el servicio militar habrá dos mil arcabuceros de á caballo, juntos con la milicia, y cinco compañías de caballos lijeros, Entiendo que caballos lijeros siguen siendo lanceros [celadas o jinetes] a caballo, que componen esta caballería de Sicilia, de la cual obtiene cargo de comisario general, Manuel Carrillo y Toledo en marzo de ese año.

La Caballería del Cardenal Infante [1634] Dragones y jinetes a pie

Para intentar ver una evolución de la caballería continuo con la serie de ejemplos de caballerías de ejércitos de los que dispongo datos, por libros de relaciones, aunque en este caso, poco aportan sobre la composición, ya que he llegado a averiguar número, nación y composición, pero no naturaleza de las fuerzas que la integraban, aunque dada la ordenanza de 1632, cabe pensar que fueran mayoritariamente coraceros, o armados con pistolas.

Viages, sucessos y gverras del Cardenal Infante don Fernando de Austria, don Diego de Aedo:

10 compañías de caballería napolitana: 700 hombres
7 compañías de caballería borgoñona: 587
4 compañías de caballería lombarda y la de mosqueteros [1] de César Tarragon: 500.
2 compañías de la guarda de su alteza: 230 hombres

Que en todo eran dos mil y diez y siete en veinte y seis compañías [p.90] Aunque realmente suman 23, y más adelante corrige el dato el autor.

Y añade, después de listar la infantería, no teniendo quizás clara la naturaleza de este arma:

Mas se hallaron en cinco compañías de Dragones quinientos hombres

De los cuales [p.85] detalla:
Mandó su Alteza, respeto de tener mucha y muy luzida infanteria, que se montassen della quinientos a cavallo, repartiendolos en cinco Compañías de Dragones

Las compañías de las guardas de S.A, eran la una de arcabuceros, y la otra de lanzas [p.77] la mayoría borgoñones [p.67]

Estando en Alemania, recibe a su servicio los restos del Ejército de Alsacia, que había gobernado el duque de Feria, a los cuales, toma igualmente muestra [p.97]:

18 compañías de caballería napolitana y lombarda: 630 caballos
5 compañías de caballería borgoñona: 450 caballos

Repartiendo el gobierno de toda la caballería en dos partes a cargo cada una de los Tenientes Generales Gerardo de Gambacorta [los 1080 del ejército de Alsacia] y Paulo Dentichi [los 2017 que traía S.A de Milán]

Con lo cual, ¿los dragones quedaban fuera del gobierno de la caballería?
De hecho, para Aedo no eran sino infantes montados, y así los ubica en la lista de la muestra tras la infantería.
Seguimos viendo una proporción relativamente baja de caballería: 1-5, respecto a los 15540 infantes que dispone el Cardenal Infante, sobretodo puestos en contrapunto los parámetros de la guerra en alemania: 1-3, 1-2, 2-3, a veces, incluso 1-1.

Más adelante, se reincorporan las tropas que se habían cedido al rey de Hungría:

El [regimiento] de cavallos del Baron de Sebac, setecientos y doze a cavallo, y ochenta y tres a pie, en diez compañías

¿Como puede un soldado de caballería ir a pie? Pudiera ser que la pérdida del caballo, no fuera en este tiempo requisito suficiente como para dejar de estar en las listas, y que se aguardase - por no perder un soldado formado - la oportunidad de conseguir montura con la que poder practicar su oficio, pero esta caballería que se incorparaba al ejército de Su Alteza, llegaba pocos días antes de la batalla de Nordlingen, y de hecho, acudía desde el campo del rey de Hungría, al de su señor natural. No eran milicias o guardas que estuvieran esperando la llamada a servicio, sino gente de guerra en activo.

Croatos
Una referencia a las armas del rey de Hungría [p.116]:
En el exercito del rey avia a demas de dos mil Croatos y Hungaros, que solo sirven de inquietar y andar en el alcance, que no pelean: 7000 cavallos


[1] http://ejercitodeflandes.blogspot.com/2008/11/el-primer-tanque-de-la-historia.html

La caballería del Ejército del Palatinado [1621]

Veremos un resumen de la caballería que en teoría tenía - según memoria de Francisco de Ibarra - el Ejército que partió de los Países Bajos al Palatinado renano en 1621: [se ordenó dar] patentes para llevantar 4200 cavallos a 37 capitanes, los 600 en Borgoña y los demas en el Pais Baxo. Parte para reforzar la que había de quedar en los Países Bajos ante la inminente finalización de la tregua con los holandeses, y parte, que había de marchar al Palatinado a manos del marqués Ambrosio Espinola. Francisco de Ibarra escribió en La Guerra del Palatinado, en relación a la caballería que partió de Flandes: La cavalleria constava de 12 compañias viejas, tres de lanças spañolas de Iñigo de Brisuela, D. Francisco de Ybarra y D. Juan Niño de Tavora y la de Italianos de Juan Baptista de Oria, las de coraças spañolas de Don Diego de la Cueva y Don Phelipe de Silva, la del conde Henrrique y Beruguela [Henrique de Bergas] del Pais y de arcabuceros a cavallo españoles del comisario general, y del Pais los capitanes Grinart, Guillelmo Durich y Juan Filler. Era este troço de cavalleria por ventura de los mejores que havian visto en muchos años, en estremo bien a cavallo y armado, todos soldados viejos y no pocos officiales reformados y personas de quenta, pero para nueva y levantada tan aprisa fueron harto buenos. Las demas compañias levanto el principe de Pinoc [Guillaume de Melun, prince d'Epinoj] cinco que havian de estar a su cargo, dos de coraças, sin la suya, de los capitanes Dam Sermon [Gabriel du Chasteler, seigneur d'Ansermont] y Oflang [François de Custine, seigneur d'Aufflance] y las de arcabuceros de Premeh [Jean de Carondelet, seigneur de Premecque] y Nivelers [Herman de Gomiecourt, seigneur de Neufvillers]. Encargaronse al conde Juan de Nasao otras tantas de los capitanes Munsiur de Oboch [Charles d'Ursel, viomte de Vyve, baron de Hoboken] mos de Raville [Jean-Francois de Raville] de coraças las suyas, y las de arcabuceros de Medina [Christoval de Medina-Montoya] y Tilburch [Adrien de Maelsen, seigneur de Tilbourg] y al cargo del conde de Ysemburg [Ernest, comte d'Isenbourg] se señalaron tambien los capitanes Enetten [Adolphe de Eynatten, seigneur de Nieuwenbourg], Monsur de Ernieur [Charles de Bryas, seigneur de Heinieourt], de coraças las suyas, con las de arcabuceros de Monsiur de Obremont [Jean-Charles d'Aubermont] y Breag [Jean van der Gracht, seigneur de Brehault] . En Borgoña hicieron tres compañias de duçientas coraças los barones de Ree [Claude-François, baron de Ray] de Sey [Claude de Beauffremont, baron de Scey] y de Deise [Marc Francois de Rye, baron de Discey], y dos de arcabuceros, los de Monclee [Jean-Jacques de la Tour Saint-Quentin el de Mont-Cley] y Goise [François de Voisey, seigneur de Cleron], y el marques de Bada [Guillaume, margrave de Bade] y principe de Barbançon [Albert de Ligne, prince de Barbanson] cada uno doçientos cavallos, y los capitanes Estiland [Jacques de Steelant] y Hianjaques de la Suur [Valentin Levasseur], y de arcabuceros Juan Perez Baron, cada uno ciento. Pasava toda junta esta cavalleria de 4000 cavallos, si bien, como de ordinario subcede, jamas los huvo cumplidos; pero es cierto que a los prinçipios fueron pocos menos, que fue la lleva harto lucida y caval, mostrando en ella todos los cavalleros del pais que la hicieron el celo con que se empleavan en tan onrrada ocasion. Resumiendo la caballería que partió de Flandes en el ejército que dirigía el marqués Espínola: Compañías viejas: 11 Compañías levantadas en 1621/1622 400 Lanzas en 4 compañías [españolas 3 e italianas 1] 1500 Corazas en 12 compañías: [españolas 2, naturales de los Países Bajos: 7, borgoñonas: 3, de 200 caballos] 1900 Arcabuceros a caballos en 17 compañías: [española 1, naturales de los Países Bajos: 9, borgoñonas: 7, 2 de ellas de 200 caballos] De las compañías que el autor no indica su número, se puede deducir son de 100 caballos, obteniéndose así en el cómputo la cifra propuesta de 4.000 caballos teóricos. Comparando esta caballería con la que componía el Ejército de Flandes en los primeros tiempos del duque de Alba [1567/68] apreciamos una disminución del componente de lanceros españoles e italianos [aunque si contamos únicamente las compañías viejas tenemos que son la tercera parte] respecto a la caballería equipada con armas de fuego: coraceros y arcabuceros a caballo, así como una preponderancia por el componente del país [Países Bajos] y súbditos vecinos [Borgoña o Franco Condado], habiendo casi tantos caballos borgoñones [1500] como del país [1600], salvo, como me temo, haya malinterpretado lo dicho por el autor [ver la primera nota sobre las patentes de leva (*)] Vemos, asimismo, que los españoles participan en las tres armas, aunque la preferencia sea por la lanza, de una de las cuales compañías es el autor capitán. (*) En ese caso, serían 2500 del país y 600 borgoñones. ·

Caballería: arma secundaria; arma imprescindible

Francisco Verdugo, en la Guerra de Frisia escribió:
vi ser necessario tener alguna cavalleria conmigo por ser todo mi regimiento de arcabuzeros (...) Partimos para Frisa, el por tierra costeando el Rin con todos los cavallos de su corneta y yo con los de mi regimiento

Esta cita de Francisco Verdugo, que habiendo levantado un regimiento de arcabuceros valones para acudir en auxilio del gobernador de la provincia de Frisia, en el año de 1581, se ve obligado a contratar una corneta o compañía de reytres - coraceros alemanes - para que le acompañe puede tener varias interpretaciones:

1) Que la infantería de por sí no hubiera bastado para defenderse ante un ataque de un cuerpo de ejército compuesto por varias armas.
2) Que el problema era que el regimiento era únicamente de compañías de arcabuceros, y no disponiendo de piquería - en número suficiente o en absoluto, pues bien podían llevar en carros picas para repartir entre los arcabuceros, o ir armados de picas durante la marcha con los arcabuces en carros -, no podría repeler un ataque de caballería.
3) Que yendo en marcha siempre conviene que haya ojeadores o corredores que avanzándose al grueso inspeccionen los caminos, para anticiparse al posible encuentre de tropas enemigas, de ahí lo imprescindible de la caballería, para este caso concreto en un desplazamiento de tropas. Cabe tener en cuenta que el regimiento estaba en desplazamiento: no era un cuerpo operativo en sí mismo, sino que había de unirse al resto de tropas en Groninga, que eran mayoritariamente "picas alemanas", de ahí que se levantara el regimiento de arcabuceros solamente.

En el tránsito del siglo XV al XVI, se produce un relevo en la supremacía de las armas debido a la incorporación de las armas de fuego, siendo la caballería "desplazada" como parte más importante de un ejército por parte de la infantería.
Ahora bien, en ningún caso, ni antes ni después, estaban compuestos los ejércitos exclusivamente por una de las dos armas; aún en el caso de las operaciones de asedio se necesitaba caballería para realizar labores de vigilancia, así como para defenderse de las acometidas que desde la villa les pudieran realizar, o de los socorros que podían acudir.
El peso de un arma u otra, dependía más de la tipología de la guerra. Así, analizando periodos parcialmente coetáneos, guerras en Flandes y guerra de los treinta años, en la primera encontramos que los ejércitos básicamente se componen por infantería, con un suplemento de caballería - en relación de número de tropas de 5-1, 4-1 aproximadamente - mientras que en alemania se pasaba a cifras de 2-1, o incluso 3-2.
La explicación es sencilla: en los Países Bajos la densidad de fortificaciones - así como la calidad de las mismas - era tal, y el terreno, aunque llano, muy accidentado por la cantidad de diques y canales - que la guerra (terrestre) había de plantearse desde la óptica de la toma de plazas fuertes. En Alemania en cambio, la densidad de fortificaciones era menor, y la oportunidad de campear muy superior, diendo pie a que la movilidad de la caballería se le concediera un papel importante.


Envió este Elector a socorrer Veissemburg con municiones y víveres, comboyados de mucha caballería y infantería y, siendo acometidos a la vuelta de 800 caballos, huyeron los nuestros atropellando la infantería, la cual se defendió valerosamente. Pero, como tenían lejos la retirada y no había caballería que la abrigase, se rindió con pacto de paga el sueldo de un mes.
Carta de Saavedra Fajardo al Cardenal Infante, 22 feb 1634

Un nuevo ejemplo de como la infantería - al menos en el periodo referido - por sí sola, queda desprotegida frente a la caballería. El problema, evidentemente, es que cuando la infantería se desplaza, ya no en tránsito sino en el propio campo de batalla, tiene una movilidad muy reducida frente a la caballería, la cual puede acosarla e ir "desgastándola". Aunque una formación estática de infantería disciplinada - en el ejemplo se ve "atropellada" por la propia caballería en retirada - ofrezca una defensa sólida frente a un ataque de caballería, en movimiento se ve en desventaja, y si no se mueve, puede aguardar la acometida del contrario, pero éste difícilmente ha de entrarle al trapo, conociendo la desventaja en que se halla. Entonces, no queda otro remedio que retirarse o rendirse. La primera opción supone un enorme problema, dado que es necesario mantener la formación en todo momento, y la retaguardia se puede ver expuesta a la rapiña y desgaste por parte de la caballería enemiga. Y si la retirada ha de hacerse a la deshilada - sálvese quien pueda - las probabilidades de acabar la mayoría de ellos muertos son bastante altas.

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Celada o Jineta: ¿Lanza en ristre, lanza en brazo?

Jineta
La referencia es de los "Comentarios reales" del Inca Garcilaso de la Vega, acerca de las guerras del Perú:

Pedro de Lerma y Hernando Pizarro se encontraron de las lanzas, y porque eran jinetes, y no de ristre, será necesario que digamos cómo usaban dellas. Es así que entonces y después acá, en todas las guerras civiles que los españoles tuvieron, hacían unas bolsas de cuero asidas a unos correones fuertes que colgaban del arzón delantero de la silla y del pescuezo del caballo, y ponían el cuento de la lanza en la bolsa, y la metían debajo del brazo, como si fuera de ristre. Desta manera hubo bravísimos encuentros en las batallas que en el Perú se dieron entre los españoles, porque el golpe era con toda la pujanza del caballo y del caballero. Lo cual no fue menester para con los indios, que bastaba herirles con golpe del brazo y no de ristre. Después del primer encuentro, si la lanza quedaba sana, entonces la sacaban del bolsón, y usaban della como lanza jineta.

El cuento o regatón de la lanza, es el casquillo metálico que se ponen en el extremo inferior de la misma. O sea, que introduce la parte final de la lanza en la bolsa y ¿la coloca bajo el brazo?
A mí me ha costado interpretar como usaban la lanza, pero la referencia, aunque un tanto confusa a mi parecer, sirve para ver como se luchaba con lanza a la gineta: sin ristre y golpeando con el brazo, es decir, con mucha menor potencia, pues el ristre permite al caballero transmitir la potencia del caballo [estando convenientemente encabalgado desde los pies en los estribos a la cintura en el arzón] a la lanza para golpear contra el enemigo.
El jinete español, a la moda árabe, estaba encabalgado con ristre corto [con las piernas flexionadas] y silla de arzón relativamente bajo [a diferencia de la caballería pesada que se desarrolló en el resto de Europa donde las piernas iban estiradas y el alto arzón recogía al caballero hasta la cintura] una lanza más corta y ligera que las empleadas por la gente de armas, menor armadura que la caballería pesada, y ausencia de protección para la montura, lo que posibilitaba que los caballos fueran de menor tamaño [y coste] y otorgaba mayor ligereza de movimientos, al tiempo que le restaba potencia de envite.

No obstante, aunque la silla del jinete, era de arzón bajo, Garcilaso recoge el siguiente encuentro:

Pedro de Lerma dio al caballo de Hernando Pizarro en lo alto del copete; de manera que con la cuchillada del hierro de la lanza cortó algo del pellejo, y rompió las cabezadas, y dio en lo alto del arzón delantero, que (con ser la silla de armas) lo desencajó y sacó de su lugar

O sea, que empleaban una silla de armas: una silla para caballería de ristre.

Celada
Una referencia en la correspondencia del duque de Alba [carta desde Lisboa al rey en noviembre de 1580] referiendo las tropas de caballería de que disponía:

las celadas, si son ciento, bien creo que no serán mas; los ginetes hasta ciento y veinte; arcabuceros á caballo no llegarán á ciento.

En una carta anterior [septiembre de ese año, también en relación con la conquista de Portugal]:

Sancho de Avila partirá de aquí el miércoles 21, placiendo á Dios, con dos mil y quinientos españoles, quinientos coseletes alemanes, cient arcabuceros á caballo y cient ginetes de la costa, las tres compañías de celadas de las guardas [...] los arcabuceros á caballo y ginetes llevan una paga ; á los caballos lijeros se les han dado dos pagas;

Pensando que Celada y Jinete eran sinónimos [caballería ligera = lanzas] no me molesté en averiguar la diferencia, pero aquí las referencias donde Alba distingue celada de ginete. La celada, amén del casco con visera o barbote que protege el rostro, es entonces un tipo de soldado de caballería diferenciado del jinete. ¿Y cual es la distinción?
En otros lados [relaciones de Bernardino de Mendoza y del propio Alba sobre la caballería que marchó de Italia a Flandes en 1567 CoDoIn 4 y 75] únicamente se habla de caballos ligeros o lanzas, y no distingue jinetes de celadas, o en todo caso, únicamente habla de estos últimos.
¿Hay diferencia realmente o son sinónimos? ¿O es la celada caballería de ristre?


Otras referencias a jinetes.
ADTERTENCIAS que el duque de Medinaccli dejó á D. García de Toledo sobre el gobierno
del reino de Secilia. De Mesina á 3 de enero de 1565.


1,576 caballos, que aunque no son como la gente de armas francesa, con sus ginetes bastan para turcos á pié,

los caballos que ellos hicieren y mas ágiles, porque como traigan ginetas y buenos rocines , bastan para turcos á pié, cuanto mas que muchos traerán armaduras de sus personas, y no serán tan embarazosas como los yelmos y lanzas de armas de la gente del servicio militar


Una referencia más antigua, de la llegada del emperador Carlos V a España, en tiempos de la rebelión de las Comunidades de Castilla:
venia la caballeriza del Emperador, que era gran número de caballos maravillosos, ricamente aderezados á la brida y á la jineta,

Donde se ve que la variación de la silla, era distinción importante para diferenciar el tipo de caballería. Pero en este tiempo, entiendo que era más para distinguir entre hombres de armas [caballería pesada medieval] y jinetes [caballería ligera].
El número de las gentes que el campo de la Comunidad llevaba fueron diez mil infantes y novecientos de á caballo; los quinientos jinetes, y el resto hombres de armas

Y de nuevo se distingue los jinetes de los caballos ligeros:
de manera que el campo de los grandes se hizo de mas de dos mil y ciento de á caballo , entre hombres de armas y caballos ligeros y jinetes

Y tenemos la oportunidad de rememorar un encuentro entre un hombre de armas y un jinete:
Juan de Padilla, que aquel dia iba como hombre de armas [...] salió al encuentro á la batalla real , y rompiendo los unos y los otros, él acertó á encontrarse con don Pedro de Bazan, vizconde de Baldueña , el cual aunque iba a la jineta , como caballero esforzado, no dudó su encuentro; pero llegando primero y con mas fuerza la lanza de Juan de Padilla, lo sacó de la silla sin herillo

Herreruelo

Definición - etimología

Según el tomo I del Diccionario de Etimologías de la Lengua Castellana de 1837, de donde la Real Diccionario de la Lengua Española toma una de las tres entradas de esta voz, es el herreruelo: "Soldado de la antigua caballería alemana, cuyas armas defensivas reducidas a peto, espaldar y una celada con tres crestas que no les cubría el rostro, todas ellas eran de color negro; las ofensivas eran arcabuces de pedernal muy pequeños, venablos y martillos de punta agudas a manera de hachas de armas, que se llevaban pendientes de los arzones de las sillas". Esta cita fue extraída dicha definición por el redactor del Diccionario, del Diálogo de la Vida del Soldado Diego Nuñez de Alba, que sirvió en Alemania en las tropas que el Duque de Alba dirigió en nombre del emperador Carlos V en su lucha contra el Duque de Sajonia y otros príncipes protestantes, coaligados en la Liga de Esmalcalda, y se puede fechar entonces el uso de dicha palabra hacia 1546 o 1547, justificando el uso de dicho término para referirse a esa moderna tipología de caballería ("que con nueva usanza pelean") bien por los martillos con los que pelean (derivando de la voz herrero) o por el color negro de sus armaduras.

Uso de la voz "herreruelo" para referirse a los "reiters" alemanes.
La leva de caballería alemana a la que se refiere el autor - Bernardino de Mendoza - es del año de 1567, cuando las tropas de Alba entraron en Flandes. El texto es de 1592. La cita, la siguiente:

cavalleria alemana de herreruelos, que en su lengua se llaman svverteruyters, que quiere decir caballos negros, traen petos y espaldares y celadas negros algunos dellos, y dos pistoletes colgados al arçon de la silla con que pelean, que son arcabuces pequeños.


Más ejemplos del uso indistinto de las voces "herreruelos" y "raytres" en Sucesos de Flandes y Francia... por Alonso Vázquez:

1. Raytres ó herreruelos , son soldados de á caballo que pelean con pistolas y hachas de armas que traen en los arzones

2. Alexandro tuvo nueva que se iban á juntar con él [Milord Robert, conde de Licestre, General de la reina de Inglaterra] un gran número de herreruelos que por orden de Isabel, reina de Inglaterra, se levantaban en aquellos países (...) se resolvió, con parecer de los que se lo habian aconsejado, de ir á romper estas compañías de herreruelos ó de raytres (...)

3. (...) y como en este medio los Estados rebeldes hacían una gran leva de gente para engrosar su ejército, y que le iban de Alemania muchas tropas de herreruelos, que forzosamente habían de pasar por muy cerca de Línghen

4. (...) era más cierto deshacerse volviéndose los soldados á aquellos Estados, particularmente los valones , como lo hablan comenzado á hacer, y no menos los herreruelos é infantería alemana, que con la inclemencia del tiempo y los malos alojamientos y la falta del dinero se deshacían, lo mismo la caballería de las bandas, salvo la ligera y la infantería española que habían resistido con más asistencia los trabajos en estas ocasiones, y no menos la infantería vieja italiana. .
Análisis de las dichas citas:

1. En primer lugar, la definición que da Alonso Vázquez de los "raytres" o herreruelos es bastante pobre, pero  usa ambos términos indistintamente para referirse a un mismo tipo de caballería, que podemos discutir cuál es.

2 y 3. La referencia de una leva de herreruelos para servir a los rebeldes efectuada en Alemania - aquellos países - indica que estos herreruelos eran alemanes. Parece que en esta época no había otra escuela de este tipo de caballería que la germana.

4. Distingue los herreruelos, del resto de la caballería: la de las bandas - bandas de ordenanza, la caballería pesada de Flandes - y la ligera.


Orígenes

Los arcabuces de perdernal muy pequeños a los que se refiere el texto no son otra cosa que pistolas. En la década de 1520 las primeras pistolas de rueda permiten que la caballería incorpore las armas de fuego, que hasta aquel momento, activadas por una mecha encendida - llave de mecha - hacía poco práctico, sino imposible, su uso a lomos de un caballo en movimiento. El desarrollo de un nuevo mecanismo de ingnición de la pólvora, la llave de pedernal, unas dos décadas más tarde, supuso asimismo un abaratamiento en la producción de dichas armas. Durante el primer tercio del siglo XVI, la caballería pesada - jinetes equipados con armadura completa a lomos de grandes caballos, cuya maniobra consistía en una carga lanza en ristre - se ve superada por la combinación en la infantería de cuadros formados por arcabuces y picas, que ofrecen protección frente a una carga - erizo de picas - al tiempo que pueden ofender a distancia con el uso de armas de fuego.
La caballería pesada de tipo medieval, se ve relegada al no ser ya decisiva en las batallas. Dado su enorme coste - crianza de enormes caballos específicos para el combate, confección de la armadura, auxiliares necesarios para ayudar al caballero, necesidad de varias monturas - se ve necesario desarrollar un nuevo tipo de caballería, y dado el impacto que tienen las armas de fuego, y aprovechando la creación de la pistola, se dota a unidades de nueva creación de este tipo de arma.

Armamento
Armas
Porta este tipo de caballería armas de fuego, así como armas blancas. La dotación habitual consistía en un par de pistolas que se llevaban en sendas fundas a cada lado del arzón de la silla de montar, cerca de la base del cuello de la montura. A veces podía llevar una tercera o cuarta pistola introducida en una de las altas botas de cuerto que portaban.
Llevaban asimismo una espada - al igual que todos los soldados de la época - y podían llevar en numerosas ocasiones hachas, o más comúnmente martillos, similares a las piquetas que usan los montañeros, aunque de mayor tamaño, con una punta afilada que permitía penetrar la armadura del contrario.

Armadura
Las protecciones de esta caballería evolucionaron de la armadura completa de finales de la edad media, disminuyendo el nivel de protección a lo largo de los siglos XVI y XVII, al tiempo que la potencia y el alcance de las armas de fuego aumentaban, haciendo ineficiente (coste relativo) la protección ofrecida. El nivel de protección, obviamente, también variaba en función del poder adquisitivo del soldado o del señor a que sirviera, y también existían variaciones regionales. Las primeras protecciones en desaparecer son las de las piernas, que son sustituidas por altas botas de montar de cuero grueso, aunque las musleras frontales de lamas móviles se mantienen en muchos casos hasta entrado el siglo XVII. Posteriormente se irían eliminando los brazaletes, codales, hombreras y guantes - aunque se suele mantener el correspondiente al que sostiene las riendas, por ser este blanco de las ofensas del contrario. Al final quedaría el herreruelo equipado comúnmente con un peto y espaldar y un casco - bien con el rostro desprotegido, bien con una visera abatible que lo cubría. Hacia finales del siglo XVII, se asumía que aún las piezas restantes de la armadura que se continuaban llevando - en muchas ocasiones se había eliminado también el espaldar - tan sólo ofrecían protección contra las espadas del enemigo, y en rara ocasión, contra las armas de fuego. La armadura se solía enengrecer con algún tipo de carbón, o colocándola sobre el fuego y dejando que se formara una capa de hollín que protegiera el metal de la corrosión.

Tácticas de Combate
Caracola
La caracola es una técnica basada en el desplazamiento de una formación de caballería organizada en filas y columnas contra el enemigo pistola en mano. Al llegar a una distancia que permitiera el disparo - variando entre los siglos XVI y XVII la efectividad de la pistola entre 10 y 20 metros - la primera fila efectuaba el disparo y viraba para dejar paso a la siguiente fila, que hacía lo propio y marchaba en seguimiento de la primera hasta que todas las filas habían completado la maniobra, se reagrupaban y la volvían a realizar, para posteriormente reagruparse y recargar sus armas. Dado que el alcance de las armas de fuego largas era entre dos y cinco veces superior al de las pistolas, no era una táctica efectiva contra formaciones cerradas de infantería, pero se mantuvo durante décadas.

Carga
Se asume que los suecos en la década de 1620 en su lucha contra los polacos, recuperaron para occidente la carga de la caballería, que se hacía espada - o martillo - en mano contra la caballería contraria, reservándose las pistolas para la melé resultante, en la cual podía emplearse a menor distancia, desde una posición más estable, y por lo tanto, ser más efectivo. También hay referencias de esta táctica - se asume que más depurada - por parte de los ingleses en la guerra civil. Igualmente se tiene noticia de lo contrario: efectuar la aproximación al contrario pistola en mano, disparar a distancia y extraer la espada para cargar, pero los movimientos necesarios para ello complicaban notablemente la maniobra.

Pistola y espada en mano
Aunque la referencia habitual que nos ha quedado, es la de una maniobra - bien la caracola, bien la carga - con una mano ocupada en las riendas, y la otra sosteniendo o la pistola o la espada, hay referencias del uso de ambas armas en mano:
Pueden hacer los pistoletes a las primeras cargas, llevando el uno en la mano derecha y la espada desnuda, colgada de la guarnición del pulgar la mano izquierda que gobierna la rienda, para aprovecharse de ella disparando el primer pistolete y puesto en la funda, si no es bien tirar el otro, que es en la forma que los de este parecer quieren que pelee la caballería y vaya armada a prueba, con lo cual afirman que vienen a mezclarse seguramente con el enemigo y hacerle mayor daño llevando en la mano las espadas. Teórica y Práctica de Guerra, Bernardino de Mendoza. 1594

[una tropa] llevada por un capitán puesto en la frente, y por un lugarteniente puesto en la cola, a pequeño paso, o poco trote, con la pistola y la espada en la mano, cerrando con la otra tropa de los enemigos (…) Cargos y preceptos militares... Lelio Brancaccio. 1639


La última que he encontrado, en una de las jocosas cartas de Eugenio de Salazar, en esta, en que analiza la calidad de la milicia de la isla de Tenerife de la que era gobernador [1568]:

"sepan ordenarse de manera que cuando convenga, su escuadrón se cierra y abra, y saquen sus mangas de arcabucería, que aunque no tengamos los herreruelos de Alemaña, ni los tercios de Nápoles y Sicilia, no nos ofenderán"

Y ante este punto de las propuestas de uno los capitanes de la guerra nueva, los regidores comentaron, pues no sabían que era un herreruelo, y lo confundían con un tipo de herrero alemán:

"¿para que queríamos acá los herreruelos de Alimaña? que aún un herrero que tenemos nos sobra"


Otras denominaciones
Se asume que coracero - cuirassier en francés - puede ser un sinónimo adecuado para herreruelo, aunque en la literatura militar española contemporánea, se solía emplear el término "caballo coraza" referido a coraceros de naciones distintas a la alemana, por ejempo: "caballos corazas borgoñones". En Alemania, principal zona de reclutamiento al servicio de España, se les conocía como "swartzreiters" o jinetes negros, precisamente por la oscuridad de su armadura.

Referencias en textos de escritores contemporáneos
Relaciones de hechos de armas contemporáneas
1546-1547. Diego Nuñez de Alba
1592, aunque referido al periodo 1566-1577: Bernardino de Mendoza
1614, referido al periodo comprendido entre 1577-1592: Alonso Vázquez
1595, referido al periodo comprendido entre 1582-1595: Francisco Verdugo
1621: Francisco de Ibarra

Manuales teóricos de guerra
"Teórica y práctica de guerra", Bernardino de Mendoza. 1594
"Cargos y preceptos militares...", Lelio Brancaccio. 1639

También se pueden hallar referencias - algunas de tipo administrativo de carácter militar tales como levas, pagas, efectividad - en la correspondencia de varios militares de la época, como Alejandro Farnesio

Ejemplos de facciones de la caballería

Varios ejemplos, el uno para ilustrar que en el marchar, conviene que a la retagurdia se sitúe la caballería:
se sabe que de retaguardia de un ejército, aunque vaya marchando por tierras de amigos ha de llevar caballería, así para la guardia y defensa della, y que vaya muy abrazada con la infantería de retaguardia , como para batir las estradas y recoger toda la gente cansada y enferma que se queda atrás, y algunos soldados traviesos y desmandados que suele haber para volverlos y hacer ir á sus puestos

El autor, Alonso Vázquez, recrimina al Comisario General de la caballería que no dejara un par de compañías a este efecto, pues marchando el ejército desde Moers o Murs a Rheinberg, mudaron de opinión y se dirigieron a rendir Alpen, y como había gente en la cola que no tuvo noticia de ello, se quedaron alojados cerca de Rheinberg, donde los de la guarnición rebelde sacaron tropas y les dieron muerte. Eran soldados heridos, vivanderos y mujeres, que pensaban habían llegado al destino, o en todo caso, que el ejército marchaba por delante a poca distancia, mientras que realmente se habían ido ya lejos.
De todas maneras, en la defensa que hace de esta posicionamiento de la caballería a la trasera, lo hace principalmente en relación al caso, pero también por recoger a los infantes "traviesos y desmandados". Estos no son sólo aquellos que se apartan con ánimo de desertar, sino básicamente, aquellos que se desvían para saquear y robar lo que puedan, lejos de la vigilancia de la justicia militar.

El otro ejemplo versa de la defensa que ofrece un escuadrón de picas frente a una carga de la caballería
cerró en este medio la [caballería]rebelde con el escuadrón de las picas españolas por un costado con la mayor furia y presteza que se ha visto; pero aunque la recibieron en ellas terciándolas con grandísima gallardía, hubo de romper dos ó tres hileras sin poder los caballos hacer mayor portillo , y habiéndose quedado ensartados en ellas , no pudieron los demás hacer otra facción , y se retiraron con pérdida de algunos.


Vemos, aún la impenetrabilidad que a veces le atribuimos al escuadrón cerrado, que de todas maneras las primeras hileras reciben la carga y son rotas, aunque el conjunto se les resiste, ensartando los caballos en las picas.
Dudas me han venido a la cabeza al respecto, será porque no me he montado nunca en un caballo:
Veo que en los concursos de hípica, algunos caballos, que están muy entrenados, y que van al trote, se frenan frente a obstáculos que no pueden - o que creen que no pueden - saltar, deteniéndose de golpe. ¿No constituirían los escuadrones de picas un muro infranqueable a ojos de los caballos? ¿No pensarían estos me la voy a pegar contra ese conjunto de gente y pinchos que no sé muy bien lo que es pero que tengo claro que no voy a poder saltar? ¿Hasta que punto se puede doblegar a un animal para que se lance contra ese muro? ¿Tal vez entendía el caballo que aquel muro no era tal, sino eran personas y que podían ser apartadas a su paso?

El siguiente ejemplo no lo recojo tanto por la valentía del soldado - que era el motivo por cual Alonso Vázquez lo destacó - sino porque veo un soldado de a caballo luchando como infante, manejando un arma que no es la propia:
y porque es bien quede memoria de un soldado español de la compañía de caballos de Francisco Verdugo, escribiré el que tuvo en este asalto; que habiéndole cortado á cercen por la muñeca toda la mano con un montante un soldado rebelde , se hizo atar la pica al brazo , y ayudándose con la otra mano, volvió á pelear hasta que los rebeldes desampararon la batería.

Luchaba en la defensa de un fuerte, y puede que porque era necesario [imprescindible] guardarlo, desmontara para luchar con una pica en la mano. Era frecuente que los arcabuceros desmontasen y luchasen a pie - dragones improvisados o sin tal nombre todavía - pero no veo que fuera muy normal luchar con armas de asta a pie.

El último, versa acerca de la rivalidad entre caballería e infantería: habiendo de cruzar en el mes de octubre un río - que no sería muy profundo, pues lo hacían a pie - Sancho de Leiva, que era capitán de lanzas, pero había sido sargento de infantería, mandó que cruzasen el río los caballos que mandaba con un infante a la grupa de los antiguos compañeros de la compañía donde había servido, cruzando al final, gente de muchas compañías distintas de esa manera por librarles del frío del agua. Alonso Vázquez valora esta colaboración como insólita, dado la poca simpatía que se guardan ambas armas:
Sólo este honrado caballero pudo én semejante ocasión prevenir este remedio usando más de la piedad de infante , que de la correspondencia de caballo ligero, que en Flandes siempre han sido opuestos. No sabré dar más razones que , como en la infantería española servia en aquel tiempo la gente más particular desta nación y en la caballería alguna de menos quilates, no porque dejase de haber gente muy particular y honrada en ella, siempre solían tener poca correspondencia los unos con los otros

Parece que Alonso Vázquez, valora en positivo la infantería: "la gente más particular desta nación", y minusvalora la caballería: "alguna de menos quilates". No sé hasta que punto esto era así: si la gente de valía eludía la caballería por servir en la infantería teniendo esta más prestigio, hasta el punto de que los de a caballo fueran menostenidos y valorados como rufianes... No es el caso, pues habla de caballería española.

La Caballería del Ejército de Flandes en su primer año [1567-1568]

Caballería ligera

La caballería lijera y arcabuceros de á caballo que llevó el Duque Dalba de Italia á Flandes.

Las tropas de caballería [española, italiana y albanesa] que partieron de Italia en 1567 eran las siguientes. Se entiende que las cifras se dieron redondeadas, cada compañía con el nombre de su capitán:

D. Lope Zapata con cien lanzas: 100
D. Juan Velez de Guevara: 100
D. Rafael Manrique otras 100
D. Cesar Dávalos: 100
Nicolao Basta: 100
D. Ruy López Dávalos: 100
Conde de Novelara: 100
Conde Curcio Martinengo: 100
Conde de Sant Segundo: 100
Montero cien arcabuceros: 100
Pedro Montañés otros ciento: 100
Sancho Dávila, Capitán de las guardas del Duque, con cien lanzas y cincuenta arcabuceros

En total, 1250 caballos: de los cuales 250 arcabuceros a caballo, y mil lanzas [caballería ligera, celadas o jinetas].De las relacionadas anteriormente, unos 500-600 eran italianos [aunque algunas estuvieran capitaneadas por españoles], una o dos compañías de caballería albanesa, y el resto eran de españoles.
Los capitanes resaltados en negrita seguían comandando [con toda seguridad] sus compañías en verano de 1568.

Entrada del duque de Alba en Bruselas. Arcabuceros a caballo pasando la puerta, compañías de lanzas tras el duque. 


500-600 italianos regresaron a Flandes en la primavera de 1568 habiendo formado parte de un socorro que envió el duque de Alba al rey de Francia a cargo del conde de Arembergh. A su regreso fueron "despedidas" [al menos cuatro de ellas] para inmediatamente, realizarse nuevas levas que fueron alimentadas por los caballos recién despedidos, eso sí, con capitanes nuevos.
La proporción de lanceros sobre arcabuceros a caballo era de 5 a 1, y no había coraceros/herreruelos, caballería armada con pistolas.
A estos se les unirían después 400 caballos borgoñones [que partirían del Franco Condado] en 4 compañías.


Hombres de armas de las Bandes d'Ordonnance

Bandas ordinarias de los Paises Bajos que son en numero de catorce, las seis de á doscientos cincuenta , y las otras seis deá doscientos , y las dos de á ciento y cincuenta caballos , que en todas hacen el número de tres mill,

La banda del Duque de Arscot . . . 200
La del Príncipe de Oranges .... 250
La de Egmont 250
La de Mansfelt 250
La de Arambergue 250
La de Roeulx 250
La de Hornes ........ 200
La de Bossu. . 200
La de Berghes 200
La de Hoostrate 200
Mega . 200
Barlemont 200
Montigni 150
Brederoda ... 150

Suman 3000 [los capitanes marcados en negrita eran señores de los Países Bajos que fueron encontrados culpables de lesa majestad: Orange y Hochstrate sobrevivieron para encabezar la rebelión; en 1567 relacionados por el duque de Alba].
Las bandas de armas eran caballería medieval, con caballos bardados [cubiertos de bardas, o armaduras de lamas de "acero"] que luchaban con gruesas lanzas en ristre. El papel de estas bandas durante la guerra de los ochenta años fue muy discreto, pero no se disolvieron hasta el siglo XVII.



Herreruelos

Durante 1568 se hicieron levas de herreruelos/reiters/coraceros alemanes [de 1500 a más probablemente 1200 a cargo de Erico de Brunswick y otros 400-500 a cargo de Hanz Bernard].



Organización de la caballería

En verano de 1568 se puede entender [salvo error de recopilación] que había la siguiente composición de fuerzas de caballería en el Ejército de Flandes:

1000 de caballería ligera [500/600 italianos, "200" españoles y "200" albaneses] que luchaban con lanzas, y las cifras respectivas de naciones cogidas con pinzas.
250 de arcabuceros a caballo.
400 caballería borgoñona [300 lanzas y 100 arcabuceros].
2000 de las bandas de ordenanza: caballería pesada tipo medieval [asumiendo que las compañías de las bandas de los señores rebeldes hubieran desaparecido o pasadas al otro bando, razonamiento que no sé hasta que punto es correcto]
1600 de herreruelos, reiters o coraceros.

Arcabuceros a caballo en el campo frente a Bergen. 6 de septiembre de 1572

Numéricamente, las bandas de ordenanza era el tipo de caballería "más" importante en estos primeros tiempos, pero en la mayoría de casos, no participó en acciones muy destacadas, reservándose ese papel a la caballería ligera que se trajo de Italia, y dando cobertura como tropa de reserva a los herreruelos alemanes.Se descansaba por tanto en el choque ágil de los lanceros antes que en otro tipo, aunque puede que la preferencia fuera también por afición nacional.

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