La marcha del ejército real desde Flandes y Brabante a Groninga [1568]

He aquí la marcha del Ejército de Flandes que dirigido por el duque de Alba, acudió al socorro de la villa de Groninga a principio de verano [junio-julio] de 1568.
La marcha del ejército real desde Flandes y Brabante a Groninga

1. El 23 de junio informa el duque a Su Majestad Felipe II, de la organización del socorro, pero las órdenes del mismo se habían dado antes, con posterioridad al 9, que fue cuando informaba del envío de un primer socorro a cargo de Chapin Vitelli [1500 herreruelos del duque Erico de Brunswick y 3000 valones en dos regimientos] enviado a tenor del encierro en la villa de Groninga de las tropas derrotadas en la batalla de Heiligerlee [23 de mayo]
2. Se ordenó que las tropas españolas partieran de sus acuertelamientos hasta la villa de Bolduque, plaza de armas donde debía reunirse todo el Ejército de campaña que había de acudir a Groninga.
3. Alonso de Ulloa, partió desde Gante con 15 banderas del Tercio de Nápoles, dejando 2 en el castillo. Julián Romero, partió a cargo de las 10 banderas del Tercio de Sicilia desde Bruselas. Sancho de Londoño, condujo desde Maastricht [o Veneloy, según carta de Alba] las 10 del Tercio a su cargo: el de Lombardía.
4. El duque dio comisión el duque a Monsieur de Noirquermes, para que levantara 1000 caballos borgoñones, y a Monsieur de Blondeau y al Conde de Reulx, que reunieran cada uno un regimiento de 10 banderas de infantería valona. Estas tropas se levantaron para la ocasión, pero aunque no pudieron ser aprovechadas para el socorro, pues había prisa por marchar y no se podía aguardar estuvieran formados los regimientos y trozos de caballería, estarían disponibles para próximas campañas.
5. Dándose orden a las 10 banderas de alemanes del conde de Ebrestain [6 alojadas en Valenciennes y 4 en Maastricht] de que partieran de sus alojamientos hacia Nimega, se amotinaron, pues querían recibir las pagas atrasadas antes de partir. Se les pagó, mas como era el coronel pariente de los Nassau, ponía excusas para partir su persona por no verse en ese trance, y finalmente fue enviado su teniente de coronel, con solo 7 de las 10 compañías de su regimiento.
6. De la caballería fueron movilizadas varias compañías de lanzas italianas y albanesas a cargo de los capitanes Juan Bautista del Monte, Aurelio Palermo y Jorge Machuca, y una de españolas a cargo de Lope de Acuña, que había sido teniente de la compañía del Prior Hernando de Toledo. Se da la circunstancia que de los 1200 caballos con que se había acudido a Flandes desde Milán el verano anterior, unos 500-600 italianos habían sido enviados a servir al rey de Francia bajo el gobierno del conde de Arembergh. A su regreso, se había procedido a "despedirlos" pues no se consideraban necesarios, pero puesto que surgió esta necesidad del socorro, hubo que acudir a los caballos, haciendo nuevas leves con nuevos capitanes. Viajaban asimismo las compañías de la guardia ordinaria del duque a cargo de Sancho Dávila, la de arcabuceros a caballo del capitán Montero y las de lanzas de César de Ávalos, Nicolo Basta y el conde Curcio.
7. Encargó el duque a Monsieur de Greisonne, que sacara de Malinas varias piezas de artillería: refiere 8 piezas de batir y 8 de campaña, que no fueron preparadas a tiempo.No obstante, se llevaron 4 de batir y 6 medias culebrinas de campaña, que partieron al tiempo que el Ejército, pero que debido a las dificultadas de transporte, y a la velocidad con que viajó en esta ocasión la infantería, no llegaron al tiempo que ésta.
8. Como evidencia última de que el Ejército caminó hasta Bolduque cada cual por su camino, se puede ver como tras recibir Londoño orden de tomar Berchen o Bergen [villa de Limburgo] tuvo que reunir a su tercio que había partido de Maastricht, que estaba repartido entre Venlo y Grave, y tomando 5 piezas de artillería de Arnhem, fue a sitiar Bergen, huyendo su guarnición a Emmerich sin aguardar batalla.
9.Había sido enviado a Bolduque el Prior de Castilla [Hernando de Toledo] general de la caballería, junto con Francisco de Ibarra a Deventer, donde debían aprovisionarse [municiones y vituallas] para llevar al campo de Groninga.
10. Por su parte el duque había hecho el camino desde Bruselas a Malinas [desde donde marchó con el Tercio de Nápoles] para pasando por Amberes, llegar a Bolduque el 2 de julio.
11. Una vez reunida la infantería en Bolduque, se dio orden que caminasen a Deventer por diferentes partes. Puesto que era necesario cruzar la Mosa, el Rin, el Ijssel y el Waal, se hizo recaudo de barcas en los caminos que hacía cada unidad, para que fuera cruzada sin problema, y no retrasar la marcha.
12. El 10 de julio se reúnen en Deventer, donde está también Hans Bernard, con 400 herreruelos levantados con plaza de muestras en la misma villa.
13. El 11 de julio parten de Deventer, llegando a Omme el 12. El 13 llegan a Coevorden y el 14 a Rolde o Roden, a 2 leguas [12 kms] de Groninga. Un largo trecho cubierto a pie [y barcas] en apenas cuatro días, desde Deventer hasta Rolde.
14. Se tuvo noticia estando en esta villa de Rolde de un socorro esperado por los rebeldes, a cargo del conde de Hoochstrate: 600-800 herreruelos y 1000-1500 arcabuceros franceses, valones y loreneses, que al final quedarían en 500 caballos y 600-800 infantes.
15. Chapin Vitelli, que se había adelantado a recibir al duque desde Groninga, recogió la caballería a cargo de Brunswick, y regresó a Groninga con instrucciones del duque de Alba para el conde de Mega de sacar todas las tropas, así como la artillería que pudiera de Groninga, pues pensaba llegando al campo del enemigo plantarles batalla.
16. El 14 de julio se parte de Rolde, llevando 400 mosqueteros a cargo de los capitanes Montesdoca, Diego de Bracamonte y Lorenzo Perea, [150 según versiones] en 20 carros para que llegaran descansados ese día a la batalla, llegándose a las 10 de la mañana.
17. Salen de Groninga las 7 banderas de Ebrestain, las 4 de Mega, los regimientos de Hierges y Robles, y el Tercio de Cerdeña, dejando la villa a cargo del coronel Schamburg con sus 4 compañías de alemanes.
18. Puesto que la artillería que había provisto el Duque todavía estaba por llegar, las cinco piezas que sacaron de la villa fueron las únicas presentes aquel día.


ANÁLISIS DE LA MARCHA DEL EJÉRCITO
1. Vemos que desde sucede el encierro de las tropas en Groninga [un día después de la derrota en la batalla: 24 de mayo] hasta que llega noticia al duque de Alba, y hasta que éste envía refuerzos, pasan algo menos de dos semanas. Desde que llegan las tropas de refuerzo y se comprueba la inutilidad de las mismas, hasta que se organiza un envío de una fuerza mayor pasan otras dos. Al menos, las distancias en los Países Bajos no eran demasiado grandes.

2. Estando las tropas acuarteladas en lugares de Flandes, Brabante y Limburgo, principalmente, se acuerda un punto de reunión a medio camino, desde el cual reorganizar la marcha.

3. Vemos que los alojamientos de los Tercios eran puntuales: las compañías no estaban repartidas en guarniciones como presidio ordinario, sino que se dejaban lo más junta posibles para acudir lo más presto posible cuando se requiriera: de lo contrario, mayor reparto de las tropas en varios alojamientos hubiera facilitado su aprovisionamiento pero les hubiera restado movilidad como fuerza expedicionaria.

4. Se considera necesario un refuerzo, máxime cuando quedaban las posiciones desde las cuales se marchaban abandonadas. "Nunca" hay ejército suficientemente grande cuando los puntos a cubrir son tantos.

5. Siempre el dinero: los atrasos en las pagas restan eficiencia al ejército, teniendo las tropas - máxime estando acuertaladas en plaza fuerte - poder para exigir dinero, para ponerse en huelga.

6. Aunque se intenten ajustar los recursos a la caja con cierta flexibilidad, las condiciones mudables de la guerra imponen cierta acotamiento. La caballería "despedida" se ha de volver a contratar.

7. La artillería, debido al enorme peso que impone una marcha lenta [hasta cuesta trabajo sacarlas de las plazas y ponerlas en orden de marcha, imponen enormes limitaciones en la velocidad de desplazamiento de los ejércitos. Como había prisa para marchar, no salieron la mitad de las piezas que se preveía en principio, y las que partieron, al ritmo lento que les marcaba su naturaleza, no pudieron seguir el paso de avance de la infantería, llegando el duque sin piezas de artillería a Groninga.

8. Ni siquiera los tercios/regimientos marchaban juntos como unidad: era mejor hacer trozos, varias compañías por delante y otras siguiéndolas, o por distintos caminos, cosa que facilitaba el alojamiento y el aprovisionamiento. Esto se podía hacer, naturalmente, cuando el enemigo "lo permitiera". En ausencia de una amenaza próxima geográficamente.

9. Para dotar de mayor velocidad posible a las tropas, lo mejor era marchar con el mínimo bagaje posible: comida para cubrir el trayecto hasta la siguiente etapa. Se hacía necesario por tanto un aprovisionamiento en la siguiente etapa antes de marchar: se eligió Bolduque para esto a nivel de ejército. Aunque generalmente se previera esta contingencia, lo normal es que se adelantara un representante del tercio/regimiento o de la compañía, para concertar con las autoridades locales el suministro [a cargo de la caja del ejército] de lo que se precisase. Cuando esto tenía lugar para un ejército "completo" no podía encargarse esa tarea a cualquiera.

10. Las personas de calidad [como en este caso el duque] precisaban de una escolta. Amén de los peligros del viaje, se imponía una cierta formalidad. Se puede asumir que el viaje lo haría el duque hasta Malinas con sus guardias a caballo [mayor rápidez] hasta Malinas, donde desde allí marcharía con la infantería a su paso.

11. A lo que decíamos anteriormente de no concentrar demasiada gente en un mismo camino para facilitar los aprovisionamientos y los alojamientos, que se realizaban comúnmente en villas que no podían estar preparadas para alimentar y hospedar un gran número de gente, se le añada otro punto: el cruce de ríos. Cuanta menos gente acuda a un punto de cruce, aún a igual número de barcas, cruzarán antes unidades más pequeñas, pues se tenderá a concentrar el paso en un mismo punto de embarco y desembarco, y es más fácil de organizar en caso de unidades más reducidas, con lo que se gana tiempo, amén de que reunir un grandísimo número de barcas en un punto concreto, impone traerlas cada vez desde mayor distancia, no pudiéndose aprovisionar con las de los alrededores. Esto es un decir, puesto que las barcas de tipo comercial estarían siempre marchando arriba y abajo, de almacén en feria.

12. A medida que se va marchando al Norte, adentrándose en terreno hostil se impone marchar igualmente lo más juntos posibles.

13. Como apreta la necesidad, se alargan las etapas y se corre lo que permiten las piernas, y las necesidades de la tropa de alimentarse y alojarse.

14. Aún marchando conviene mantener enlace con la villa sitiada, e informarse de lo que planean los rebeldes: imprescindible la caballería para ojear, comunicaciones y labores de información, aunque no lleguen a ser absolutamente precisas.

15. A veces, se hace necesario transmitir las órdenes por persona de autoridad, pues un mensajero puede ser ignorado sino trae carta consigo, y el correo careciendo de cifra [para poder encriptar el mensaje] es inseguro. Es mejor darlas por boca de persona de calidad, para que no se desobedezcan.

16. Como el marchar cansa a cualquiera, las tropas de choque que más lo padecían eran quienes más peso llevaban: los mosqueteros. Aunque era con los arcabuces con quienes más se escaramuzaba, por ser tropas más ágiles, se tuvo esta previsión con los infantes armados de mosquetes, que debían llevar sus armas al hombro. Aunque por terreno que no fuera hostil, se permitía en ocasiones que parte de las tropas [esto dependía de la voluntad de los mandos] llevaran sus armas en los carros, amén de que el traqueteo de los mismos dañaba las ya de por sí frágiles armas de fuego, en terreno hostil esto era inexcusable.Aunque los coseletes [piqueros con armadura de tres cuartos] cargaran con más peso, su función principal era estar guardando el puesto en su formación. De ahí a que se reservaran los carros para los mosqueteros, cosa que tampoco era habitual, sino una dispensa para que estos estuvieran frescos para la batalla que había de tener lugar en breve.

17. Como ya comentaba, la comunicación entre cuerpos es importante, y aquí se cumplió lo acordado de unir las tropas de la villa al ejército de socorro. En asedios más apretados se podía coordinar una salida con la llegada de un socorro, pero en este caso, el tibio cerco que había realizado el enemigo permitió la reunión de sitiados y socorristas.

18. Ya decíamos que la artillería era pesada y lenta. En este caso, no pudo llegar a tiempo para ser de utilidad.

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