En el año de 1580, fueron evacuadas las tropas españolas de los Países Bajos. Alguno quedó en Frisia [300 españoles] por voluntad propia sirviendo a Francisco Verdugo, amén de personas que ocupaban puestos de responsabilidad, como el propio Verdugo y Cristobal de Mondragón, ambos coroneles de regimientos de valones.
Pero también quedaron españoles sirviendo en el bando rebelde. Esta es la breve noticia [que no historia completa] de uno de esos renegados.
Este Alonso de Venegas, en tiempo del duque de Alba, se fué de Flandes á Francia á buscar un enemigo que tenia
Se entiende que enemigo personal: persona particular.
sirvió en aquel reino á los franceses
Sin ser por eso renegado, que la traición habría de llegar más tarde.
y por su mucho valor la Reina madre le favorecía mucho, y deseando volverse á los Países Bajos le dio cartas para D. Fadrique de Toledo, hijo del duque de Alba, que en aquella ocasión gobernaba el ejército; recibióle bien y agasajóle mucho, encargando le hiciesen buena acogida entre los demás soldados españoles.
Servia con puntualidad y se preciaba de andar más bien armado que otros; y como los que en la guerra lo están son preferidos, siempre le daban la primera hilera, y en los escuadrones ocupaba ( por más bien armado) los mejores puestos.
La envidia, tan española, siempre publicada en cada lengua y derramada en cada oído:
Envidiosos desto algunos Oficiales reformados y otros soldados particulares, le cobraron odio, especialmente un ayudante de Sargento mayor, que después murió Capitán, que excuso escribir su nombre por justos respetos, y no haber tomado la satisfacción que le importaba deste Alonso Venegas, como adelante se dirá, deseaba atropellarlo, incitado de los que le querian mal; pero como D. Fadrique de Toledo le favorecia, nadie se le atrevió.
Por el mundo hay que caminar, guardado por padrinos, pero no siempre estará nuestro protector presente para defendernos:
Un dia de ocasión de pelear quiso este Ayudante (persuadido de lo que le aborrecían) quitarle de la primera hilera, habiendo dado ocasión á que otros lo despreciasen como á negro y vituperasen (que poco han menester los soldados para semejantes cosas cuando se ven favorecidos y con alas de sus Oficiales).
Ofensor retado y acobardado, escudado en su rango y en los prejuicios de tantos caballeros:Quedó el mulato Venegas tan ofendido desto, que desde luego previno la venganza; y acabada la ocasión y deshecho el escuadrón , desafió al Ayudante á reñir en campaña, no como á Oficial, sino como á soldado, pues en tal caso podia ser su igual. Respondióle que no era hombre que habia de reñir con un perro mulato, sino con otro de su calidad y color; hubo disputas en el ejército y pareceres que apoyaron esto; otros, que pues eran iguales en el hábito lo habían de ser en las obras, demás de que era hombre de bien y buen soldado y podia reñir con él.
Menospreciado y humillado, no puede caminar con la cabeza alta:
Quedóse así; ni hubo amistades por parecerles habia desigualdad , y que un soldado con un Ayudante de Sargento Mayor no podia perder punto, ni le habia para poder hacer caso dello; pero Alonso Venegas quedó tan corrido del menosprecio que del se hizo, no respetando á su persona por el color, que viendo le estorbaban la venganza, sin considerar las obligaciones de cristiano y las que tenia á su nación, y que ya deshonrado no podia mostrar el valor que tenia ni vivir entre los que le habían menospreciado y abatido, quiso que se conociese entre los enemigos de la Iglesia, á los cualesse fué á servir,
Y halló lugar donde ser respetado
y procedió de manera entre ellos que le obligó á el príncipe de Orange á hacerle Capitán y á casarlo con una mujer principal y de muy buenas partes; y marcha donde pueda ser respetado:y por los Estados rebeldes se señaló valerosamente en las ocasiones que se le ofrecieron, y cobró tanta opinión que jamás se vio menospreciado, antes favorecido y estimado de todos los enemigos de S. M.; y pues en la infantería española son todos los soldados hijos de sus obras, no es justo despreciar á nadie, ni que ningún General ni superior lo permita, pues se ve claro que , por haber en nuestros ejércitos tenido en poco algunos soldados, sucedemos lo que con Alonso de Yenegas [...]
Esto es lo que dijo Alonso Vázquez, acerca del mulato renegado Alonso Vanegas... Vemos la opinión que le merece el racismo en las unidades españolas. Veamos lo que opina páginas después:
Estos tales y los franceses mezclados, como maman en la leche el odio y la enemistad de España, no hay que maravillarse la muestren en las ocasiones que se ofrecen, y no puedo persuadirme, por las causas que he referido, que sean españoles naturales algunos que sirven á los enemigos rebeldes, sino destos mezclados que he dicho; si acaso no son moriscos, que también suelen pasarse muchos á Italia en las compañías, y yo he conocido algunos. En fin, de gente de la calidad referida se ha de presumir estas y otras cosas, y no de un verdadero español, pues todos son tan católicos y de tan verdadero celo en el servicio de Dios y de su Príncipe como se ha visto.
O sea que por un lado, tenemos una censura de las ofensas que recibió Vanegas por su condición de negro o mulato [siendo natural de Ándujar se puede inferir que fuera también morisco] y luego interpreta que un español "natural" no se iría a servir con los rebeldes.
El caso es que Vanegas participó en un par de acciones.
Ante la toma de Diest o Diste, Alonso Vázquez refirió:
De allí á seis dias le vino aviso como la de Diste se habia también perdido, y que la habia ganado á escala vista Alonso de Yenegas , mulato y español, natural de la ciudad de Andújar, del obispado de Jaén, que era Capitán del príncipe de Orange y muy su confidente , con ayuda de los calvinistas que estaban dentro, y la guarneció con un fuerte presidio de rebeldes , y pues un sólo español que les servia les habia sido de tanta importancia, se deja considerar de la mucha que serian tantos como habian echado de Flandes, pues por su ausencia se iban perdiendo las villas sin haber quien las recuperase.
Y siendo capitán de lanzas [caballería] de los rebeldes, estando alojado en Bergen Op Zoom, conjuró para tomar Amberes con dos soldados de la guarnición españoles, auxiliado por un teniente que servía con él, también español.
Y como tanto español traidor a su patria no podía concebirlo Vázquez [o su audiencia] por ahí realizó la disculpa de que habían de ser falsos españoles: o franceses de los que poblaban Cataluña y Aragón, moriscos de Andalucía y Levante, o mochileros flamencos, que criados sirviendo a soldados españoles habían ido a parar a servir en compañías españolas, sin ser tales.
De "Los sucesos de Flandes y Francia en tiempos de Alessandro Farnese", por Alonso Vázquez, sargento mayor de la milicia de Jaén
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